COMCE ADVIERTE DE OSCURANTISMO EN LA CONTRATACIÓN DE PERSONAL EN EL AYUNTAMIENTO
El grupo opositor "Compromiso por Cenicientos" considera que la contratación de personal mediante empleo público ha sido injusta y oscura en su procedimiento.
COMCE advierte de que no han sido informados como concejales de los acuerdos con los representates de los trabajadores, ni sobre despidos, reubicaciones y sobre contrataciones, considerando que éstas se han realizado de acuerdo a valoraciones subjetivas.
Pilar Juan y José Fernando Ayuso (representantes de COMCE en el Ayuntamiento) proponen el "sorteo público" como la forma más justa de repartir el empleo municipal.
Extracto de la crónica del pleno de 6 de octubre, publicada por COMCE:
CAPÍTULO V. CONTRATACIONES
CONTRATACIÓN DE PERSONAL, CONVENIO CON TRABAJADORES:
Sabemos que ha habido varias reuniones con los
representantes de los trabajadores, pero desconocemos los acuerdos a los que
han llegado. Solicitamos esta información por escrito y aún no nos han
contestado porque, según la Alcaldesa, se encuentran “desbordados” en Administración.
Propusimos la posibilidad de abrir el Ayuntamiento algún que otro sábado (uno
cada 15 días, podría haber sido), para
facilitar a aquellos vecinos que no viven en el pueblo cualquier transacción
administrativa. En este asunto, se llegaría a un acuerdo en el horario de trabajo para que no supusiera un
coste importante para el Ayto. No podía ser…
Para la contratación de personal de servicios y limpieza
tampoco se ha tenido en cuenta nuestra opinión, y las pruebas, exámenes, o
entrevistas no nos parecen que garanticen la imparcialidad debida en este
asunto: demostrar la valía para barrer las calles “arrancando” una sopladora
nos parece que beneficia a unos cuantos (los que están acostumbrados a
manejar este tipo de maquinaria) y no demuestra cuál es el mejor. COMCE ha
defendido siempre el sorteo público, como sistema para elegir personal de
limpieza. En cuanto, al personal de servicios varios, la valoración de la entrevista personal, nos parece demasiado
subjetiva y no asegura la neutralidad. Para el desempeño de las labores propias
de este servicio, deberíamos contar con personal cualificado, a ser posible,
con la titulación o carnet de Instalador electricista, fontanero…
Tampoco cuentan con nosotros para informar de los
despidos, en las reubicaciones…
EL BALÓN ES MÍO
ResponderEliminar"A los coruchos que sepan interpretar las
claves y metáforas que suelen ir implícitas
en mis versos".
(Y en especial a la mal llamada clase política,
que en Cenicientos no tiene razón de ser, dada
la ruina económica de su Ayuntamiento)
Para el partido un balón,
de badana la pelota,
las más de las veces rota
y a correr en pelotón.
Dos piedras la portería,
por césped la dura tierra,
y a veces trompas de guerra
entre la coruchería.
Por libre y sin arbitraje,
de estadio la Corredera,
formando una montonera
donde no existe el marcaje.
Todos defienden y atacan,
avanzan o se repliegan,
y a veces piernas se siegan
mas lesiones no constatan.
Árbitros éramos todos,
todos reclamando faltas,
pelotas por bajo y altas
y a veces con malos modos.
Y si un penalti se pita
o un córner ejecutar,
lo exigía lanzar
dueño de la pelotita.
Y si arrecia la protesta
y el todos participar,
era siempre el acabar
terminándose la fiesta.
El dueño de la pelota
la cogía bajo el brazo,
siendo lazada y el lazo
que la victoria se anota.
-Ahora solo yo las pío
y el partido lo controlo,
y nadie me toca el bolo
puesto que el balón es mío.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EPAMINONDAS
ResponderEliminarEl gran general tebano,
vencedor en cien batallas,
torreones y murallas,
tomó siempre por su mano.
Ni fue hueco ni fue vano,
su pensamiento fecundo,
mas padeció en lo profundo
de la envidia los embates,
más recia que los combates
y tan vieja como el mundo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
AL ENTRAR EN CENICIENTOS
ResponderEliminarAl entrar en Cenicientos
lo primero que se ve
es a la bellota en pie
que aguarda acontecimientos.
De piedra son sus cimientos,
y sus agua sin correr
ni grifos que descorrer,
sin cántaros ni botijos,
ve sedientos a sus hijos
sin agua en la que beber.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
SAN ESTEBAN PROTOMÁRTIR
ResponderEliminarOración al Patrón
Tú, que fuiste lapidado
y en nuestra Iglesia gobiernas,
bendiciones sempiternas
para este pueblo apagado.
No puede estar acabado
un pueblo de emprendedores,
de coruchos labradores
que cultivaron sus viñas
entre helor y socaliñas
en otros tiempos peores.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
SAN ISIDRO EN CENICIENTOS
ResponderEliminarSan Isidro en Cenicientos
por ser santo labrador,
suelen sacar al calor
en mayo todos contentos.
Se pasan buenos momentos
cuando montan en la plaza
la festividad que enlaza
con el Patrón San Esteban,
y a los dos santos conllevan
de su Iglesia y de su raza.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA
ResponderEliminarLa Corona de la Virgen
"Nadie es profeta en su tierra",
dice el saber popular,
y este es un lema que encierra
una verdad que me aterra
de esta España singular.
En mi taller de artesano
me visitó una corucha
con un proyecto en la mano
sabiendo que soy cristiano
que por su fe vive y lucha.
De la Virgen la corona
preciso era restaurar,
y si de fe se blasona
a la Divina Patrona
en su esplendor figurar.
A la corona sagrada
contemplarla era de pena,
de herrumbre negra manchada
y en desidia mancillada
de una vergüenza ajena.
Más con mis cinco sentidos
desplegué mi maestría
y así oía los latidos
a mi corazón fundidos
de la Virgen que me guía.
La corona fue entregada
al cura don Victoriano,
por la que no cobré nada,
y ni sonrisa fue dada
ni un apretón de su mano.
Virgen del Roble bendita,
viste como en tu presencia
en el día de tu cita
que a los coruchos concita,
de mi nombre se hizo ausencia.
Quienes hicieron tus andas
por las nubes les pusieron
y llevaron en volandas
sobre tus mismas barandas
y sus dineros les dieron.
De la mujer del encargo
jamás vi ni supe nada,
óyela tú, en su descargo,
y no viva el trance amargo
de ser una mal pagada.
¡Con porción de mala gente
del Cenicientos cainita,
con su lenguaje indecente
diciendo alevosamente
que a ti te cobré bonita!
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
VACA DE CENICIENTOS Y MUJER DE
ResponderEliminarPIEDRALAVES, NO ME LA ALABES
Tiene sentido el refrán
o es un mero disparate,
idea de un botarate
poetastro ganapán.
Más bien ladrido es de un can
sin ideas y sin claves,
e ignorando que las aves
coruchas vacas guardaban,
y de coruchos llevaban
nata a las de Piedralaves.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
SI TENGO OPCIÓN A ELEGIR
ResponderEliminarAnte opción de elegir
prefiero a un malo antes que a un tonto:
de el malo es disentir
y con el tonto soy yo quien me atonto.
De un malo es un ir e ir,
y el tonto vestido con su simpleza
se empeña en discutir
y me aguarda un gran dolor de cabeza.
El malo deja caer
cuantas insidias se apropia o inventa,
y yo en mi descreer
le digo que a otro con esa cuenta.
Y el tonto se me pega
cual cilicio espinoso en el costado,
y no se me despega
hasta que su mala baba ha volcado.
Del malo los argumentos aumenta
este tonto malvado,
y multiplica, suma y acrecienta
lo que otro ha propalado.
Y se apoya en el viciado argumento
de "lo dicen las gentes",
e invenciones falaces son tormento
de personas decentes.
Y avienta su "el calumnia que algo queda"
de una criba cernido
en puerta de la persona agredida
obra de un mal nacido.
Y estas practicas sucias y comentos
ampliamente extendidas,
son vicios que campan por Cenicientos
de mentes retorcidas.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA VERBENA DEL CERRILLO
ResponderEliminarLa música dominical
elevaba el altavoz
al espacio sideral
en la tarde ceniental
de Gatica con su voz.
Desgranaban las gramolas
las letras de los boleros
con el vaivén de las olas
que agitaban amapolas
en los campos cenienteros.
Letras de los pasodobles
que entonces predominaban
bajo copas de los robles,
altos, erguidos y nobles
a los bailes animaban.
El corrido de Adelita
era música obligada
sobre un amor que palpita
y a un villista le incita
por soldadera arrojada.
El vecindario a la puerta
conversaciones cesaba
sobre el viñedo y la huerta,
hallando ventana abierta
la música que sonaba.
Dulces tardes veraniegas
a la vera del Cerrillo
ya en las horas nocherniegas
de aproximaciones ciegas,
coruchilla y coruchillo.
Con nuestra entrada vedada,
siendo niña, siendo niño,
tras de la puerta entornada
oíamos la tonada
"Del cordón de mi corpiño".
Y atisbando tras las rejas
a los cuerpos enlazados,
veíamos a parejas
deslizando en sus orejas
palabras de enamorados.
Juegos de la seducción
era lección aprendida,
llevados por la canción
en alas de la emoción
de la inocencia perdida.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
CON LUNA LLENA EL ALUMBRE
ResponderEliminarCon luna llena el alumbre
baja e impregna a la Peña,
y la viste como a dueña
de quietud y reciedumbre.
Prodigios sobre la cumbre
cuando surge una escalera
y el Cornetal reverbera
y baja un canal de riego
que el alumbre apaga y luego
duerme a la Peña Buvera.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LAS LUCIÉRNAGAS DE CENICIENTOS
ResponderEliminarLuciérnagas alumbraron
las noches de Cenicientos,
y le dieron lucimientos
que a sus campos inundaron.
Mas un día se apagaron
y no volvimos a ver
el reflejo del tejer
estelar del lucernario
que marcaban el horario
del corucho amanecer.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LAS UVAS DE LA GARULLA
ResponderEliminarApilados en montón,
de racimos llenan sacos,
y avispas sin arrumacos
les pican por diversión.
De las uvas dispersión
sobre lonas se zambulla
y dos dedos apabulla
y las recoge del suelo,
y coruchos sin recelo
llaman las de la garulla.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
RACIMOS ARRACIMADOS
ResponderEliminarEl racimo arracimado
colma sacos y serones,
e iba formando montones
uva a uva fragmentado.
Sobre el suelo embaldosado
los recibía Ciriaco;
volcaba serón y saco
e inundaba a la bodega
de las uvas que le entrega
el mismísimo dios Baco.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EN LA VIÑA EL VIÑADOR
ResponderEliminarEn la viña el viñador,
en claro día de invierno
quiere su viñedo eterno
y hoyas abre con ardor.
Barbado reponedor,
lleva una mano que agarra
barbado que será parra
cuando con el azadón,
abriendo una hoya hará hondón,
donde repone una marra.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA VENDIMIA DE LOS NIÑOS JORNALEROS
ResponderEliminarImpúberes argonautas
sobre las cepas esbeltas,
las navajas cortan sueltas
de los infantiles nautas.
Sin chirimías ni flautas
en busca del vellocino
de oro del tinto vino,
de las cepas el racimo
nos daba el valor y animo
de forjar nuestro destino.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL MORAL DE LAS PANTEZUELAS
ResponderEliminarCopa de sombra sobre tronco añoso
cubría impávido el pretil del puente,
cuando el arroyo de sucia corriente
era de las luciérnagas reposo.
Es su ramaje de un árbol giboso
que vio el pasar de un paisanaje ingente,
generaciones coruchas de gente
sumidos ya en la eternidad del foso.
Sombras prestó a las parvas y a las trillas
en los lejanos días del pasado,
y hojas nutricias fue de los gusanos
y sus moras tintura en las mejillas
con mixturas de un dulce confitado
que de muchachos nos tintó las manos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL PILÓN DE LAS PANTEZUELAS
ResponderEliminarEn atardeceres primaverales
de parada, pilón y abrevadero,
tus mansas aguas de fondeadero
aflojaban riendas de los ramales.
Y te veíamos los colegiales
apostados en el embarcadero,
de niños coruchos en el sendero
habituado al trato con animales.
Y nos veíamos ya de mayores
entre mulas carros y vertederas,
manos agrietadas por las manceras;
hablando del campo y sus pormenores,
contemplando el agua de los pilones,
taberna del burro y sus libaciones.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
BARRIO DE VIÑA EL MOLINO
ResponderEliminarBarrio de viña el Molino
de reciente creación,
entre rocas el espino,
la cornicabra y el pino
sobre ti está en ascensión.
Otrora fue de olivares,
de viñedo y de higueral,
y arriba rocas lunares
brillaron caniculares
en ladera ceniental.
Tantos fueron los olivos
que el lugar aposentó
que hubieron dedos cautivos´
callosos y sensitivos
que el jornal allí ganó.
En alto del Terremote
hermosa era la visión:
mirar hecho un pasmarote
y ver blancura del brote
del olivo en floración.
Ya las gestantes olivas
no ven bajo sus hileras
breves figuras furtivas,
menudas y ejecutivas
de niños por sus ringleras.
Sobre aquel amarradero
de perdidas aceitunas,
éramos el jornalero
y el infante molinero
de las mañanitas brunas.
Pertrechados con las cestas
del mimbreral de la mimbre,
remontábamos las cuestas
con ojos y manos prestas
a proceder a su cimbre.
Coruchillos agrupados
a la cercana almazara,
llevamos fosilizados,
de olivos desmesurados,
de sus ramajes la cara.
Viña, viña del Molino,
que inundada estás de casas,
nadie dijo que el destino
sería de olivos camino
que acaban entre las brasas.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LAS PEÑAS CORUCHAS EN LOS TOROS DE CENICIENTOS
ResponderEliminarSe sientan en su escaño,comienza la corrida,
con atuendos azules los miembros de "La Jaca",
y en rostros juveniles ojeras de resaca
que resaltan el rojo de "La Fuerte Movida".
El sol marcha al ocaso, crisol de ascua encendida,
en los tendidos trémolos suenan de alharaca
y en su funda impaciente el acero de la faca
del espada en el ruedo entre la muerte y la vida.
Transcurre la corrida con sucesión de lances,
las peñas acompasan y aclaman las faenas,
la lámina del toro, su estampa y su braveza.
Olés al magisterio y el grito ante percances
so germen de los coruchos en cosos y arenas
que en defensa hacen gala, del toro en su pureza.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA DESCOMUNAL CABEZA
ResponderEliminarLa descomunal cabeza
con las astas desplegadas,
dispuestas a dar cornadas
trasmite su fortaleza.
Son astas de la pureza
que no admite tocamientos
ni de emplastos fraudulentos,
que por plazas proliferan
y a la fiesta la amaneran;
no caben en Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA CALLE DEL SOLANILO
ResponderEliminarA calle del Solanillo
caracteriza una cosa.
una punta es anchurosa
y a otra tapa un visillo.
Por las dos se va al Cerrillo,
y la da vitalidad
y cierta impetuosidad
el que da a dos grandes calles
ciñéndolas por los talles
a la Larga y Libertad.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA PENSIÓN DEL CIEGO DEL CERRILLO
ResponderEliminarHablaban agrupados en corrillo
del cobro y la cuantía de pensiones,
espontáneas y breves reuniones
que se forman en cuesta del Cerillo.
El grupo abanderó y abrió un pasillo
al ciego como en otras ocasiones,
que se sumó y entró en cavilaciones
con sus cuencas opacas ya sin brillo.
-No quejaos; bien sé, la mía es alta,
mas es vital aquello que echo en falta,
llaga es mi corazón en sufrimientos
y un mendigo ser que pisa abrojos,
quisiera ser con luz sobre mis hijos
que vieran este sol de Cenicientos.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
Error, donde el verso dice: "quisiera ser con luz sobre mis hijos".
ResponderEliminarEs: "quisiera ser con luz sobre mis ojos"
EL CERRILLO
ResponderEliminarCaída tiene con una pendiente
y pétreas rocas bancos de asientos
viendo a la plaza y en sus movimientos
vida y afanes de brisa envolvente.
Asiento en la esquina tiene su fuente
que a bocas remedio fue de sedientos,
vecinos que fueron de Cenicientos
y a su hora el ataúd llevo inclemente.
Y en la noche agosteña una pantalla
de cine, colgaban llena de sueños,
que nos introducía en un castillo
sin guardias armados en la muralla
de un avieso mirar, fruncidos ceños,
libertad coartando en el Cerrillo.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL GUARRO DE SAN ANTÓN
ResponderEliminarANTAÑO EN CENICIENTOS
Por un vecino donado
destetado el coratillo,
y vagaba alimentado
y bien visto y respetado
de la Plazuela al Cerrillo.
Le rajaban las orejas
y era sin rabo, rabón,
y las coruchas más viejas
llamaban con moralejas
"El Guarro de San Antón".
Amigo era de los perros
de los gatos compañero,
y no sufría de encierros
ni le aplicaban los hierros
que marcaban al ternero.
Vida san y descansada,
paseando plácidamente
siempre la jeta asomada
en puerta abierta o cerrada
de un Cenicientos y ausente.
Haciendo su voluntad
iban los ojos porcinos
con una solemnidad
de quien da la prioridad
al lustre de sus tocinos.
Mas llegado el mes de enero
el guarro se sorteaba
terminaba el cebadero
y su trote cochinero
en la tarima cesaba.
Los dineros entregaban
para los pobres del pueblo,
y lumbres organizaban
y trastos viejos quemaban
inservibles ya en amueblo.
¿Más qué ocurrió en Cenicientos?
Se olvidó la tradición,
nuevas fiestas nuevos vientos
y al que no para en asientos
"Guarro no es ya en San Antón".
Saturnino Caraballo Diáz
El Poeta Corucho
LA QUIEBRA DEL ESTADO
ResponderEliminar"Los pueblos que olvidan su historia
están condenados a repetirla"
Winston Churchill
Ante una hecatombe nos encontramos
de imprevisibles y arduas consecuencias
y la encrucijada en que nos hallamos
requiere de todas nuestras potencias
y marchar unidos y emparejados
al lado de las grises eminencias.
Con los capitales evaporados,
ocultos y puestos a buen recaudo
igual que los millones esquilmados.
Quien de esta nos saque debe ser raudo
declarado prócer de España emérito
y en mis versos lo estimulo y aplaudo.
En un tiempo ya olvidado y pretérito
España desunida y enfrentada
fue causa de vergüenza y descrédito.
Nuestra patria inerme estaba acosada
y al querer salvarla la mutilaron
y la mantuvieron encarcelada.
Después los tiempos para bien cambiaron
y variaron vaivenes de fortuna
cuando unas clase medias apuntaron.
Y ahora sin comparación alguna
y sin establecer un paralelo
salgamos de esto sin pedir la luna.
La ciudadanía fija su anhelo
en gobiernos serios y responsables
que no nos infundan tanto recelo.
¡Lejos, demagogos irresponsables!,
adoptando caras de "yo no he sido",
ansiamos gobiernos responsables.
El español es un pueblo sufrido
que acepta y sabe admitir la verdad
pese a ser escéptico y descreído.
Decid con meridiana claridad
cuál es la situación real de España,
no anulen de nuevo la libertad.
Y desentrañaremos la maraña
aunados en defensa de Estado,
y la autonómica red de la araña
no tire a la Patria al acantilado.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
EL ZARZAL DE LA SECESIÓN Y EL SEPARATISMO
ResponderEliminarProlifera en el burgo abandonado,
en campos que son presa de la incuria,
y al Lar de España sin pudor injuria,
metástasis de un cáncer no extirpado.
Le dejan avanzar descontrolado,
perturba el día a día con más furia,
sumiendo más y más en la penuria
al páramo boscoso ya intrincado.
Se extiende inexorable en telaraña,
y con sus dientes insaciables hila
el tejido urdidor de su maraña,
los mueve, los agita, los afila
amenazando la unidad de España
y en saltos al vacío la horripila.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LAS FLORES DE LA RETAMA
ResponderEliminarLas flores de la retama
son adorno en la Ladera,
bajo la Peña Buvera
junto al tomillo y la grama.
Y nuestro pinar se enrama,
y en Cenicientos se entraña,
su Peña que a nadie extraña,
y al ponerse en ella el sol
vemos como el arrebol
es la bandera de España.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
LA JURA DE LA BANDERA EN ALCORCÓN
ResponderEliminarLos himnos patrios música y canciones
vibran marciales sobre la explanada,
con la España cívica ya formada,
y un nudo en sus hispanos corazones.
Orgullo y prez, blasón, de los blasones
estandarte y enseña que es amada,
ondea sobre el mástil desplegada,
entre ininterrumpidas ovaciones.
Pulcra, se nos presenta la bandera
la imponente matrona rojigualda,
de la patria su sello y su bastión.
Y el hombre y la mujer alcorconera,
entre la serpentina y la guirnalda
solemne jura y besa en Alcorcón.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho
RECUERDO DE LA ALAMEDA QUE HUBO EN LOS CAÑOS
ResponderEliminarLa alameda corucha presta sombra
al agua que en espuma está varada,
y sestea entre piedras de ensenada
adornada de ropas que la alfombra.
Recuerdos de alameda que me nombra
y al pasado retorna mi mirada,
cuando en cestos de ropa ya lavada
el murmullo del agua ya no asombra.
Las mujeres coruchas lavanderas
de pájaros oían el gorjeo,
en sus coronas de álamos de un río
contiguas a las mieses en las eras
y en días de vendimia y acarreo
cuando lejos de mí estaba el estío.
Saturnino Caraballo Díaz
El Poeta Corucho