El pasado sábado 16 de Abril, Cenicientos acogió una visita arqueológica al paraje de Piedra Escrita, bajo los comentarios de Eduardo Penedo (técnico arqueólogo de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid), Mónica Major (directora de Àqaba Arqueólogos) y José Luis Puentes (propietario de los terrenos en el entorno de Piedra Escrita y experto en la historia local).
La lectora Luci Fermosel comparte con nosotros las fotografías de este evento:
La dramática situación financiera que padece el Ayuntamiento de Cenicientos, el municipio con mayor deuda per cápita de la Comunidad de Madrid,
preocupa y mucho al presidente de la Federación de Municipios de
Madrid. Su presidente, Guillermo Hita, manifestó ayer que «si se
necesita una refinanciación o una moratoria, pues habrá que hacerlo para
salvar a Cenicientos, así como a otros ayuntamientos en una situación
similar».
«No hablamos de un edificio o una institución, sino de salvar sus servicios, la atención a los vecinos»,
explica el socialista, alcalde además de Arganda del Rey. «Lo que se
necesita rescatar es el modo de vida de los vecinos en los municipios»,
sentencia.
El presidente de la Federación hizo estas
declaraciones después de que este diario revelara ayer el enorme agujero
en las cuentas de Cenicientos. Hasta ahora, no se conocía el alcance de
parte de la deuda de este pequeño municipio de poco más de 2.000
habitantes. Su alcaldesa, la socialista Natalia Núñez, calcula que el
déficit asciende a 11,1 millones de euros, mientras que su presupuesto
anual es de 1,3 millones. «Necesitaríamos 150 años para recuperarnos», afirma.
Además
de pedir ayuda al Ministerio de Hacienda, Hita apela también a la
Comunidad de Madrid: «Tiene que asumir su responsabilidad, por sí misma o
como mediadora, para conseguir una financiación. No hablo de una
condonación, claro, sino de planes de viabilidad». Hita
señala que la labor de la Federación es de coordinación. «Nosotros sólo
podemos mediar, las competencias las tienen el Ministerio y la
Comunidad», explica.
Cenicientos acumula una deuda per cápita de 5.406 euros
y es el segundo municipio de la región con mayor tasa de paro, con un
26%. La morosidad tiene un carácter muy complejo y procede de un sinfín
de conceptos que, en muchos casos, han terminado en los tribunales. La
alcaldesa calcula que en estos momentos el Ayuntamiento tiene
aproximadamente 60 juicios abiertos.
«Alguien tiene que ayudarnos
y asumir la deuda que hay aquí para que podamos pagar», reclama también
Núñez, que el pasado 28 de diciembre ya se reunió para tratar el tema
con la presidenta regional, Cristina Cifuentes, y con el consejero de Medio Ambiente, Administración Local y Ordenación del Territorio, Jaime González Taboada.
Las corridas de Cenicientos siempre tenían los toros más
bravos y grandes que se podían ver en un ruedo. Gracias a aquellos
bichos de media tonelada, el pueblo, que celebra su feria cada mes de
agosto por la Virgen, es conocido como el Valle del Terror.
Hoy el terror continúa, pero en los cajones del Ayuntamiento, donde un
incontable laberinto de facturas pendientes forman un disparate que es
complicado explicar y, peor aún, difícil de solucionar.
«Hemos
calculado que necesitaríamos 150 años para recuperarnos», asegura la
actual alcaldesa, Natalia Núñez, que esta semana ha terminado de
reconstruir la contabilidad para pedir un rescate a Hacienda. «Vamos a
llevar toda la documentación al Tribunal de Cuentas; aunque sean cosas
prescritas, puede haber habido un delito continuado de una serie de
irregularidades».
Cenicientos es el último pueblo de la
Comunidad de Madrid. Y geográficamente hablando, también. Situado en el
extremo oeste de la región, alejado de grandes vías circulatorias, ni
montañoso ni llano, ni moderno ni tradicional, con 2.053 habitantes, es
un municipio discreto en medio de la nada.
El presupuesto anual de Cenicientos es de 1,3 millones de euros. Hoy su déficit asciende a 11,1 millones:
su deuda per cápita es de 5.406 euros. Esa es la cifra aproximada que
el actual equipo de Gobierno ha logrado calcular, porque nadie,
realmente, es capaz de precisar con exactitud la profundidad del agujero
en el que se encuentra este pueblito que, para más inri, tiene
desempleada al 26% de la población, siendo por ello el segundo municipio
de la región con mayor tasa de paro.
Núñez, de 31 años de edad,
diplomada en Ciencias Empresariales, es la alcaldesa de este lugar desde
el pasado mes de junio, donde gobierna con cinco concejales, de los
cuales tres están en el paro. Ella es del PSOE y achaca la situación a sus predecesores en el cargo, ambos del PP:
Jesús Ampuero, regidor entre 1991 y 2010, y Carlos Enrique Jiménez,
teniente de alcalde entre 2003 y 2010 y alcalde entre 2010 y 2015.
Ruina y abandono
«Si esto fuera una empresa privada tendríamos que haber cerrado hace años», dice Núñez. «Además de tener una deuda inasumible, los edificios municipales se encuentran en la ruina:
necesitaríamos tres o cuatro millones de euros más para poder utilizar
las dotaciones que tenemos, además de arreglar el alumbrado de las
calles, que es lamentable».
En Cenicientos no se construyó un
campo de golf ni un helipuerto ni ninguna otra dotación elefantiásica
que condenara a varias generaciones de contribuyentes. No. Una plaza de
toros, un centro cultural... Nada fuera de lo normal, aparentemente. Las facturas sin embargo brotan por todas partes
y adoptan las apariencias más diversas hasta formar una jungla
impenetrable. Núñez comienza a abrirse paso por esa selva de números
rojos como si en vez de un machete usara un cuchillo de untar
mantequilla. «Hay tres planes de proveedores; además, la Comunidad de
Madrid tenía retenidas todas las subvenciones por las deudas pendientes
de subvenciones anteriores mal justificadas», enumera.
«La deuda con la Seguridad Social es monstruosa,
con unos intereses de demora tremendos, y se deriva de que no se pagaba
la seguridad social de los trabajadores, tampoco de los talleres ni de
las subvenciones de empleo, y no estaba reconocida en la contabilidad».
Los préstamos y créditos con entidades bancarias
tampoco ayudan, continúa la edil en su despacho de la Casa
Consistorial, hoy caldeado gracias a la calefacción que se arregló hace
unos meses, después de que durante cuatro años los empleados combatieran
el frío serrano con estufas de gas. «Sólo el crédito a largo plazo con
BBVA son más de 700.000 euros. Y tenemos también dos embargos
preventivos por Bankinter, todo ello sin reconocer en la contabilidad».
Habla tan rápido que no parece una explicación, sino un desahogo: «Y
facturas en el cajón por más de 200.000 euros...».
De todos modos, afirma que su principal problema es la plantilla de trabajadores, que se come el 70% del presupuesto.
Tanto ella como el alcalde anterior califican como «desmesurado» su
número. Núñez asegura que llegó a haber 93 personas, lo que supondría
que casi uno de cada 20 habitantes trabajaba para el Ayuntamiento. Según
Jiménez, Jesús Ampuero, el hombre que dirigió la Alcaldía durante casi
20 años, «había contratado a muchísima gente sin ningún tipo de control,
a muchos amigos y primos, algunos de los cuales siguen trabajando, y en puestos que no son necesarios».
Núñez
dice que hay trabajadores que cobran 2.800 euros al mes por una jornada
de 20 horas semanales. Ella cobra 1.600. Jiménez no cobraba nada porque
no tenía dedicación exclusiva, y asegura que tampoco se le pagaron las
asistencias a plenos.
«Ahora hay algo más de 30 trabajadores que
cobran desde junio, pero se les adeudan veintitantas nóminas
anteriores», explica la alcaldesa. «En total son unos 400.000 euros en nóminas los que se deben».
Jiménez,
profesor de educación secundaria, se ha retirado de la política. Hoy
tiene 39 años y un aire cansando al hablar de su mandato, que inauguró
llamando a Iberdrola para pedir («por favor») que le devolvieran la luz
al Ayuntamiento. «Lo que aquí ha pasado da para escribir un libro, uno
bastante penoso», dice.
Demanda entre alcaldes
Según Jiménez, el origen de esta laberíntica bancarrota
es la gestión de Jesús Ampuero. «La situación que encontré en 2010
cuando pasé a ser alcalde era catastrófica», recuerda. Afirma que
durante sus siete años como teniente de alcalde no sabía nada de las
cuentas. (Núñez no opina lo mismo).
En 2012 Jiménez, y aquí el
relato se retuerce como el rabo de un cerdo, interpuso una querella en
nombre de la Corporación contra Ampuero por falsedad en documento mercantil, malversación, prevaricación y cohecho. El juez encargó un dictamen pericial, entregado en diciembre pasado, que concluye que Ampuero obtuvo un enriquecimiento personal
de 105.012 euros por importes recibidos del Ayuntamiento en su cuenta,
«con conceptos muy diversos como 'Devolución préstamo', 'Gastos
protocolarios adelantados' o 'Concierto Sueño de Morfeo 3/6/2006'».
Además, entre 2004 y 2010 tuvo unos ingresos de origen desconocido de
391.326 euros.
El informe concluye además que «la práctica
contable del Ayuntamiento ha adolecido de graves irregularidades» y que
no se cumplió «el principio de caja única».
«El problema de la
deuda proviene de los toros», dice quien fue mano derecha de Ampuero,
Carlos Enrique Jiménez. Los festejos eran espléndidos: un año llegaron a
tener un presupuesto de 180.000 euros, asegura la
alcaldesa, a lo que debe añadirse un sinfín de gastos relacionados, como
viajes pagados al alcalde y a concejales para «inspección de festejos
taurinos» o directamente generosas gratificaciones por decreto «por los
servicios prestados». «Las fiestas se pagaban con pagarés», explica
Jiménez, «muchos de los cuales nos los encontramos con la firma del tesorero falsificada, que el hombre tuvo que ir a que le hicieran un estudio grafológico para demostrarlo».
Pagarés taurinos
«Yo no sé si había mordidas, pero lo que sucedía no era normal»,
continúa. «Muchas reuniones eran fuera del Ayuntamiento; mientras, los
pagarés pasaban de mano en mano como cheques, y luego nos encontramos
con empresarios que no habían prestado servicios al Ayuntamiento y que
tenían pagarés nuestros».
En total, el Ayuntamiento de Cenicientos acumula una deuda de 2,8 millones de euros en pagarés.
El
dictamen pericial constata que además desaparecieron 140.427 euros de
los beneficios generados por la casa rural municipal entre 2003 y 2010.
«La excusa que dio Ampuero es que dejaba el dinero en un cajón para que
lo cogieran los concejales y pagaran cosas», añade Jiménez. Este diario
ha intentado sin éxito ponerse en contacto con Jesús Ampuero para
conocer su versión.
Ojear los mandamientos de pago de aquellas dos décadas es un paseo tragicómico por un jardín de los delirios.
El Ayuntamiento costeó comandas de más de mil euros en el bar de abajo
(Bar Jaime, donde había un juego de llaves de la Alcaldía), comidas y
cenas y más comidas, jamones y cochinillos, la batería de un coche, un
Aftersun (tal cual), grandes facturas de móvil, taxis de 1.400 kms.,
estuches de monedas del Círculo de Lectores, participaciones de
lotería... Incluso se puede encontrar un millón de pesetas (6.000 euros)
ingresado a la esposa de Jesús Ampuero en octubre de 2001 como
«devolución anticipo pago nóminas agosto».
De barros y lodos se podría escribir, como dice Jiménez, un libro. La actual alcaldesa, a la espera de una solución o un milagro,
ha pedido al Ayuntamiento de Madrid que le done contenedores o
mobiliario de los que desechan. Es lo que toca estos días en el Valle
del Terror.
A pesar de la mayoría absoluta del
PSOE, la incapacidad de la Alcaldesa, que sólo se deja llevar por la inercia
del día a día, provocó que Cenicientos comenzara el año sin presupuestos, por
lo que automáticamente a partir del día 1 de enero se prorrogaron los del 2015.
¿Cómo es posible que, con mayoría
absoluta, no hayan tenido la capacidad suficiente de elaborar lo que es el
documento político y económico más importante de un gobierno?
Que en casi 10 meses después de tomar
posesión no hayan tenido tiempo para hacer unos presupuestos nos parece
bastante sorprendente, y que la preocupación del Gobierno Local de presentar
unos presupuestosa 1 de abril, sea
nula, demuestra su falta de capacidad a la hora de gestionar los asuntos
públicos.
Resulta bastante incoherente que un
Equipo de Gobierno que abogó por el cambio, prorrogue unos presupuestos de un
Equipo anterior y distinto al suyo, lo que significa que no tiene proyecto
propio para Cenicientos, ya que los proyectos, las políticas y las decisiones
más importantes se plasman en los Presupuestos.
Hemos de recordar que la Alcaldesa,
con mayoría absoluta, no es que haya sido incapaz de aprobar los presupuestos,
sino que ni siquiera ha sido capaz de elaborar un borrador de un presupuesto
municipal, por lo que las cuentas del Ayuntamiento, durante este año 2016 van a
salto de mata, al no tener una planificación previa, lo que provoca la
generación de más deuda, más impuestos y menores servicios públicos y de peor
calidad.
Desde el Partido Popular exigimos al
Gobierno Local la presentación inmediata de los Presupuestos, con la
convocatoria de los Grupos de la oposición para consensuarlos y sacar adelante
un proyecto de presupuestos realistas, sin subidas de impuestos, garantizando
los servicios públicos y reduciendo el gasto público.