domingo, 5 de marzo de 2017

SEMANA DE LA MUJER EN CENICIENTOS


7 comentarios:

  1. SONETO DE AMOR PARA TERESA

    Tu cuerpo en plenitud lo he engastado
    con buril de los besos de una fuente
    de áureas gemas de destello ingente
    del cincel al compás enamorado.

    Por un pavés cruzado y descruzado
    he visto tu cintura diferente
    de sílfide y la niña adolescente
    en la recia mujer cristalizado.

    Andando por caminos paralelos
    te convertiste en mujer y me hice hombre
    y amantes en ternuras y consuelos.

    Si hubo escombros hicimos desescombre
    compartiendo inquietudes y desvelos,
    y, Teresa, al amor le di tu nombre.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. LLAMÓ EL VIENTO A MI VENTANA

    Llamó el viento a mi ventana
    y yo descorrí el postigo,
    y se plantó aquí contigo
    en la apacible mañana.
    Vi tu figura galana,
    vi la luz de tu sonrisa,
    vi flotando tu camisa,
    el fuego vi de tus ojos,
    tu boca de labios rojos
    y hubo boda y hubo misa.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. TERESA...

    Vive en tu vientre la hondura
    que alberga el claustro materno,
    y en él delicado y tierno
    se hospeda nuestra criatura.
    De mi navío es la amura
    y en él despliego las velas
    por un mar en que gacelas
    que tienen patas aladas
    a banderas desplegadas
    nos rielan con sus estelas...

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. EL HIJO QUE LLEVAS DENTRO

    El hijo que llevas dentro,
    que es fruto de nuestro amor,
    fuente será de fervor
    ocupando nuestro centro.
    Punto de inflexión y encuentro,
    y después a flor de piel,
    es deseado doncel
    y yo me miraré en ti,
    y tú te veras en mí
    y en los dos reflejos de él.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. TU VIENTRE PORTA UNA CARGA

    Tu vientre porta una carga
    que soportas dulcemente,
    y el sudor baña tu frente
    y la emoción nos embarga.
    Largo día y noche larga
    en cama de un hospital,
    donde tu vientre es caudal
    que está abriendo la compuerta,
    y aparecido en la puerta
    Carlitos en el umbral.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. CUANDO TU NOMBRE APRENDÍ

    Cuando tu nombre aprendí
    y se me infiltró muy dentro,
    ocupó todo mi centro
    y ya nunca lo perdí.
    Y cuando al mundo salí
    y me mezcle entre la gente,
    impreso sobre mi frente
    germinó en mi corazón,
    y fue la motivación
    para esparcir mi simiente.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho


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  7. MEZCOLANZA DE COLORES

    Mezcolanza de colores
    desde la ermita diviso,
    la turgencia de las flores
    y un pastor muy de improviso.

    Sobre el hombro la mochila
    con el pastor emparejo,
    y de una oveja la esquila
    destella un vivo reflejo.

    Entrando en conversación
    el hombre me habla de todo,
    y maneja información
    de radio que lleva al codo.

    Sobre qué pasa está puesto
    en el mundo en que vivimos
    y de no hallar un repuesto
    del coche que conducimos.

    Mas su decir lo concentra
    sobre su pueblo en concreto,
    y su lógica la centra
    en que no existe un secreto.

    Esta es la cuenta la vieja,
    tengo siete y gasto seis,
    como el sentido aconseja
    ¡me queda uno!, ¿o no lo veis?

    Pues aquí todo al contrario,
    tienen siete y gastan ocho,
    y claro, así el dinerario
    ni para jugar al mocho.

    Grandes fastos, grandes fiestas
    con las corridas de toros
    desechando otras propuestas
    de unos mejores aforos.

    Nuestra plaza siempre ha sido
    semilla de novilleros,
    y aquí siempre hemos tenido
    a los buenos, los punteros.

    -Por aquí hemos visto a Ponce
    y aplaudido al Jesulín
    siendo torero de bronce
    y al Juli de chiquitín.

    Y la plaza se llenaba
    para ver grandes promesas,
    y la afición siempre estaba
    expectante a las sorpresas.

    Y hora pasa y ocurre
    que contratan matadores
    donde el bostezo que aburre
    son las faenas mejores.

    Y esto ha sido un despilfarro
    de bochorno vergonzoso,
    dinero hundido en el barro,
    y el dónde está es escabroso.

    Pues de pronto nadie sabe,
    todos ciegos, todos mudos,
    esperando que se acabe
    al ser todos sordomudos.

    Y así tenemos al pueblo,
    sumido en un desespero
    de silencio y de despueblo,
    durmiendo sin cabecero.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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