jueves, 19 de enero de 2017

Carta de Ricardo Fernández: sobre robo de placas solares en Cenicientos

CARTA DE RICARDO FERNÁNDEZ: SOBRE ROBO DE PLACAS SOLARES EN CENICIENTOS

Ricardo Fernández, lector de Diario Corucho, nos envía a diariocorucho@gmail.com una carta abierta a todos los vecinos de Cenicientos, en el que lamenta los últimos robos de placas solares en Cenicientos. Por su interés se reproduce íntegra a continuación:


En Madrid, a 17 de Enero de 2017

Estimados vecinos de Cenicientos,

Me llamo Ricardo Fernández Sánchez, natural de Madrid capital, pero todos me llamaban Ricky
o como siempre dice “la Raque” del Saavedra, “!que pasa chulito!”

Han pasado 40 años exactos desde que mis padres compraron un terreno en esta pequeña
localidad y con sus propias manos y años de esfuerzos, sacrificios y mucho amor decidieron
que ese sería su hogar cuando ellos pudieran asentarse definitivamente mientras se habilitaba
el hogar de sus sueños.

He pasado mi infancia, niñez, adolescencia, pubertad, madurez y pensaba que mi vejez
también, al igual que mis padres.

He recorrido ese kilometro que me separada de vosotros durante años para intentar unirme a
vuestras costumbres, celebraciones y forma de vivir.

He tirado piedras con muchos de vosotros, he espantado ganado hasta escalabrarme, he
montado en bici que vosotros mismos, he ido a las olivas a emborracharme, y a los cantillos a
destrozar mi vespino negra con ruedas verdes.

Puedo decir que he ido a la nava con mis amigos/as y ese día, llovió, granizó y nevó en la peña.
Bajamos a la pradera a preparar nuestra barbacoa. Se fue todo el mundo al estar todo cubierto
de nieve. Salió el sol y se derritió todo hasta quedar un precioso día. Utilizamos un fuego ya
preparado por la estampida y recorrimos borrachos y completos el regreso a casa andando!!
Con dos cohones! Fue uno de los mejores dias de toda mi vida.

Durante mis adolescencia, me he peleado con muy pocos de vosotros, y me he besado con
otras pocas de vosotras, pero era la adolescencia. Quien no ha vivido eso.
Tengo que ponerme triste y contaros a todos vosotros que recientemente hemos sufrido el
robo de 4 placas solares grandecitas de nuestra humilde casa de campo. Al igual que a
nuestros vecinos que para ellos ha resultado peor.

Muchos sabréis que tenemos luz gracias a las energías renovables que lamentablemente no
quieren que se desarrollen en nuestro país. No disponemos de red eléctrica por lo que hemos
instalado un buen equipo de luz alternativa llamada luz solar. Acompañado con un molino de
viento y un depósito de propano.

Me pongo furioso al oír que puede ser gente de Cenicientos, un hogar para mis padres. Me
enfurece mucho más oír que se crea saber quiénes son. ¡Quienes! No uno. ¡Varios! Y no haya
ninguna denuncia. Sé que nadie denuncia porque así lo demuestra la Guardia Civil. Hay incluso
robos sin denuncia porque dice: “Buah, lo puedo dar por perdido.”
La Guardia Civil incluso tiene nombres, pero no denuncias. Tiene ubicación, pero no orden de
registro. Ósea, estamos pillados por los coj…
Pero tampoco basta la denuncia.

¡Querido pueblo! ¡Queridos Coruchos! Le puede pasar a cualquiera, y si no hacemos nada,
seguirá pasando. No puedo pediros que os pongáis en la piel de mis padres, gente mayor ya,
con sus cositas pero siempre con muchas ganas de vivir. Pero lo que sí puedo pediros es que
simplemente penséis, ¿Qué ocurriría ahora si te pasara algo de similitud necesidad de
habitabilidad? ¿¡Que me roban unas gallinas!? , que ya ha ocurrido. Pues no importa tanto a
primera vista, ¿sabes? ¿Pero un recurso de electricidad? ¿Pero estamos locos o qué?
Sospecho que estaría bien hacer ojos y oídos.

Me gustaría que hubiera más conciencia común y os ruego que si veis algo, alguien, por el bien
de todos, informa, comenta, dilo incluso abiertamente… denúncialo. ¿Vamos a tener que tener
el miedo del que pueda pasar? No puedes vivir con ese miedo y ver romper hogares.

Quiero daros las gracias a todos por leer mis pensamientos trascritos a papel y mis mas
sinceros agradecimientos al Diario Corucho que permitirá que todo el mundo pueda saber mi
historia y vida tan unida a Cenicientos.

Sinceramente vuestro

Ricardo Fernández



6 comentarios:

  1. EL ORIGEN DEL NOMBRE DE CENICIENTOS
    Romance

    A las armas llamó el rey
    a sus leales vasallos
    para hacer la guerra al moro,
    y de sus predios echarle.

    Fueron heraldos reales
    por humildes aldehuelas,
    por cañadas y villorrios
    y al foro de las ciudades.

    Pregonaron el Edicto
    en torres de campanarios,
    a los sones de timbales
    y cuernos de bueyes mansos.

    Llegaron a San Esteban
    de la Encina Protomártir
    habitado por labriegos
    y pastores arriscados.

    Movilizóse el alcalde
    con alcaldes aledaños
    hacia el pueblo de Escalona
    con los censos en la mano.

    De allí fueron a Toledo
    en un grupo encaminados
    a presencia del monarca,
    con la corte allí instalado.

    Y una vez allí llegados
    y por su puente de Alcántara
    lentamente atravesado
    vieron el Tajo allí abajo.

    Allí nadaba La Cava
    muchos años ya pasados
    y allí viola don Rodrigo,
    y suspiró enamorado.

    Más negándose Florinda
    a entregársele de grado,
    al rey de los visigodos
    acusó haberla abusado.

    Informado don Julián,
    el padre que estaba en Ceuta
    por el rey allí destacado,
    jurósela al soberano.

    Con el obispo don Opas
    conspiraron y una alianza,
    fue entablada con Tariq
    y en la antigua Iberia entraron.

    Por entonces en Toledo
    reinaba la tolerancia
    y las grandes religiones
    estudiando se hermanaban.

    Las religiones Del Libro
    sagrado de los judíos,
    y de árabes y cristianos
    compartido y traducido.

    Y siendo así en este clima
    por el rey bien acogidos
    los alcaldes regidores
    en su punto de destino.

    De San Esteban su alcalde
    digno en su rusticidad,
    de su legajo hizo entrega
    a la Majestad Real.

    El rey miróle perplejo
    estudiando el documento
    al ver puestas allí cifras
    cual villas con monumentos.

    "¿Pues no es la tuya una aldea
    y me ofreces cien y cientos
    en mi ejército de lanzas,
    en la guerra a que me enfrento?"

    "¡Príncipe", hablóle el alcalde,
    "¡en San Esteban sus gentes
    contra él moro lucharán
    por Vos y por nuestro Dios!"

    "¡Las mujeres y los niños
    y los ancianos hendidos
    harán suya vuestra causa
    contra vuestros enemigos!".

    "¡Me place aquesto que dices
    mi buen vasallo y amigo,
    y cambio el nombre a tu aldea
    mis nobles son mis testigos!"

    "Se llamará Cenicientos
    desde ahora en adelante,
    y Yo, el Rey sobre estos reinos
    así lo dispongo y firmo!".

    ¿Es historia o es leyenda
    o invención de mis mayores?
    Pero en nuestra tradición,
    su nombre es Regio ante Dios.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. DON ÁLVARO DE LUNA A SU PASO POR CENICIENTOS
    A Gonzalo Barahona Alonso

    Riquezas tuvo, honores, poderío;
    del rey valido, amigo y consejero,
    favorito y constante compañero
    y a su lado grandeza y señorío.

    De cuerpo enjuto, mas su fuerza y brío
    fue cantada, elevada al romancero,
    y él fue juglar, poeta pasajero
    y en justas paladín cruzando el río.

    Gran señor Condestable de Castilla,
    con gran pompa pasó por Cenicientos
    anhelando el cetro y ceñir corona.

    Magnífico jinete va en su silla,
    semblante alegre y, oro en los jumentos
    que lleva a su castillo de Escalona.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. EL PUENTE DE LA CHORRERA

    El Puente de la Chorrera
    a coruchos vio pasar,
    con su ganado lanar,
    sus mulas y vertedera.
    Por la estrecha carretera
    camino iban de Escalona,
    cuando el blasón que blasona
    a la ciudad imperial
    era nuestra capital
    y de España la corona.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. LA PERLA PEREGRINA
    Al Gremio de Engastadores

    Adorno fue de Felipe Segundo
    siendo regia y digna de una corona,
    de los Austria el toisón blasón blasona
    cuando regían vastedad de un mundo.

    Botín de guerra de un José fecundo
    cuando ya vencido España abandona,
    y el imperio francés se desmorona
    devolviéndonos a un felón inmundo.

    En Panamá ocurrió y se dio su hallazgo
    perteneciendo a Austrias y Borbones
    la perla del oriente colombina.

    Richard la dio a Liz entre amor y hartazgo,
    sus caniches mordieron juguetones
    más no se deslució la Peregrina.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. HIMNO A CENICIENTOS

    Si dotado yo estuviera
    de inspiración y talento,
    por las nubes te pondría,
    pueblo de luz y viñedos.

    Aureola de las brisas
    se desprenden de tus cerros,
    introduciendo en tus casas
    al tomillo y al romero.

    Bajan de las Peñas bajan
    estrellas en movimiento,
    y manadas con los toros
    que en tu plaza lidias luego.

    Suben a las Peñas suben
    nuestros pies, halos ligeros,
    buscando desde la cumbre
    escala que lleve al cielo.

    Llanos buscan, buscan llanos
    de nuestros pies el sendero,
    cuando sobre los pinares
    solloza y susurra el viento.

    Soles piden, piden soles
    en el calor agosteño,
    cuando la afición corucha
    se reinventan en toreros.

    Conos y tinajas piden
    para el mosto vinatero,
    que fama ha dado a tus vinos
    allende de nuestro pueblo.

    Nuestro corazón se ensancha
    sin cabernos en el pecho,
    viendo los cielos coruchos
    en las alas de los vientos.

    Cielos que los compartimos
    con cuantos vienen viajeros,
    paseando en nuestras calles
    y sienten a Cenicientos.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. DON CAMILO JOSÉ CELA A SU PASO POR CENICIENTOS

    Venía desde Cebreros
    cargado con su mochila,
    siguiendo el cantar de esquila
    de los coruchos cabreros.

    En día de primavera
    de estallido de las flores
    y explosión de los colores,
    don Camilo en Corredera.

    Subiendo la calle arriba
    hizo arribada en la plaza,
    y se sentó en la terraza
    bajo el sol que al suelo criba.

    Ante una mesa del bar,
    que se hallaba solitario,
    faenando el vecindario
    no tardó con quien parlar.

    Se fue arrimando el barbero
    ante la escasez de clientes,
    hurgándose entre los dientes
    y en las manos un babero.

    Al cabo vino un labriego
    con un azadón al hombro,
    de remover un escombro
    que obstaculizaba el riego.

    Don Camilo pidió vino
    perentorio al tabernero,
    que se arrimó parrandero
    con jamón y con tocino.

    Trabada conversación
    don Camilo averiguó
    porque lenguas desató
    para escribir memorión.

    Que nos llamaban "coruchos",
    gentilicio que sabemos,
    enorgullece y queremos
    en salud y en arrechuchos.

    Que nos decían "patanes",
    por los pueblos del contorno,
    sin cuidado en el adorno
    e íbamos echos adanes.

    Que nos tildaban "cenizos",
    hábiles cultivadores,
    excelentes viñadores
    Y a veces púas de erizos.

    Y con esta información
    se encaminó don Camilo,
    cavilando que cavilo,
    a escribir su narración.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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