viernes, 29 de julio de 2016

FIESTA BENEFICA CONTRA EL CANCER

FIESTA BENÉFICA CONTRA EL CANCER


13 comentarios:

  1. LA SANGRE GLORIOSA

    Dar y ofrecer nuestra sangre gloriosa,
    libremente por costumbre adquirida,
    como un balsámico sobre una herida
    esparcido por bálsamo de rosa.

    Vuela con sus alas de mariposa
    ganándole a la muerte la partida,
    en liza por mantenernos con vida
    es manantial manando generosa.

    Es ofrenda hecha con fe y entusiasmo
    y un torrente caudal de nuestras venas,
    esta roja y vital hemoglobina.

    Que verla circular produce pasmo,
    la extracción no la sentimos apenas
    y fértil continuamente germina.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  2. LAS ORGANIZACIONES HUMANITARIAS

    Mientras el alma palpita
    y el corazón siempre late,
    la mente nos facilita
    acudir siempre al rescate.

    Todavía nos conmueven
    cuantas desgracias ajenas
    en derredor nuestro mueven
    las catástrofes y penas.

    Allí donde los gobiernos
    tienen atadas las manos,
    por caos de desgobiernos
    acudimos siempre humanos.

    Unidos en colectivos
    de organismos agrupados,
    nos mostramos siempre activos
    en cuanto somos llamados.

    Igual no da el Cuerno de África
    que de la India arrabales,
    en ambas la vida es trágica
    y endémicos son sus males.

    Victimas elementales
    los niños son los primeros,
    sumando a todos sus males
    los mayores desafueros.

    Son raptados en la infancia
    y se pierde su memoria,
    y apenas se les distancia
    ya viven en otra historia.

    Si son grupos guerrilleros
    se los somete a tortura
    y en intrincados senderos
    adiestran en la espesura.

    En máquinas los convierten
    de matar hasta a su padre,
    y en tal grado los pervierten
    que violarán a su madre.

    Las niñas son igualmente
    drogadas y sometidas,
    a comportarse dócilmente
    bestialmente seducidas.

    Encabezan los combates
    enfrentados a otras hordas
    sin entrar en los debates
    cegadas, mudas y sordas.

    Guisan y lavan a todos
    y sin vidas personales,
    usadas de todos modos
    como esclavas sexuales.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  3. AL CENTRO MÉDICO DE LA RIVOTA SIN OMITIR A NADIE

    Venas, más nervios, tendones, tejidos,
    que conforman un todo, un cuerpo humano,
    precisan de un ejército y a mano
    que una órganos y amaine sus quejidos.

    Tebana legión, alma de afligidos,
    integrada en el orden ciudadano,
    consuelo cuando en males se es profano
    y actuamos como infantes desvalidos.

    Médicos discípulos de Galeno,
    de Hipócrates consulta de doctoras,
    llegado Ibn Siná de Isfahán remota,

    hallamos el amplio recinto pleno
    de enfermeras nutricias asesoras
    de un docto vademécum en Rivota.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  4. SONETO PARA LOS MÉDICOS QUE SANARON A FEDERICO

    Ha sido acogido en la sexta planta
    Federico, del antiguo hospital
    de Móstoles, siendo riada caudal
    que a la medicina nutriendo imanta.

    Pues nunca la maquinaria suplanta
    ni los ingenios al trato cordial,
    que presta una sonrisa matinal
    si el dolor a cuerpo y alma quebranta.

    Es como avistar el remo en la barca,
    si un tacto gentil y sabio de manos
    revelador es de oscuros arcanos,

    cuando la bata nívea se enmarca
    y arte de sanador la sala llena
    con Galeno, Averroes y Avicena.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  5. AL SUEÑO PERDIDO
    A Puri y a Nines

    Para mis ojos ven mi dulce sueño
    en las vigilias mis noches son largas,
    y en los desvelos las camas amargas
    cuando eres un ogro adusto y cenceño.

    Tráeme a Morfeo, soy muy pequeño,
    sea mi escudero, porte mis cargas,
    mis juguetes lleve, espadas y adargas,
    y así desfrunciré en su Olimpo el ceño.

    Forjen las batas níveas un torno
    siendo auspiciadas por Puri y por Nines
    envolviendo mis sueños en retorno,

    de mares que surcaban los delfines
    cuando mis sueños formaban contorno
    de mundos sin fronteras ni confines.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  6. LA DEPRESIÓN

    "La depresión es mi perro negro"
    (Winston Churchill"

    Vivir con el alma muerta
    y el corazón sin latido,
    sonámbulo y desvalido
    y lágrimas tras la puerta.
    Sangrando una llaga abierta
    y sin tener horizonte,
    no ver belleza en el monte,
    solo vivir desconsuelo
    y todo el peso del cielo
    sin valor para su afronte.

    Muriendo en la oscuridad,
    pues la vida ya no existe,
    ya no nos quiere ni viste
    y anida perplejidad.
    Todo ya es complejidad,
    y sin saber que nos pasa
    la vida nos sobrepasa
    y nos ahoga y desborda,
    y se tira por la borda
    el trabajo y nuestra casa.

    Y sentir que nada vales
    y la apatía es tu gala,
    y nada bueno te avala
    al no estar en tus cabales.
    Es un compendio de males
    que todo lo contamina,
    lo contagia y extermina,
    segando el suelo a tus pies
    y al volverte del revés
    solo ves un mundo en ruina.

    Sumido en la incomprensión
    del mundo que te rodea,
    un ostracismo golpea
    y aflige tu corazón.
    Y nadie pierde ocasión
    de darte vanos consejos
    tan manidos y tan viejos
    que te sumen en hastío
    y quisieras ver vacío
    el hueco de los espejos.

    Apelan a tus virtudes
    y a tus bienes si los tienes,
    la familia que sostienes
    y tú ves solo ataúdes.
    Te sepultas entre aludes
    de tristezas y congojas,
    y las tinieblas son rojas
    e insostenible la carga,
    e insomnios de noche amarga
    sobre el lecho en que te alojas.

    Pero si en sanar te empeñas
    apelando a la esperanza,
    viene un viento de bonanza
    de esos que derriban peñas.
    y de nuevo ves que ordeñas
    al alba recién nacida,
    y en la empeñada partida
    has vencido a la tristeza
    y el Dios de la fortaleza
    te muestra una nueva vida.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  7. MI CORAZÓN SE ADUERME DESVELADO

    Mi corazón se aduerme desvelado
    y batallando insomne sobre un lecho,
    que ha perdido el suspiro enamorado
    que palpitaba audacia sobre el lecho.

    Corazón que se aduerme acongojado
    por el mal que desborda y ha deshecho,
    la belleza de tu cuerpo extenuado
    y tu ansia de ser madre insatisfecho.

    Abierta para ti veo la fosa
    y en su negrura estas amiga mía,
    y al oír el chasquido de la losa

    tu que te viste estéril y vacía,
    fuiste hija entregada y amante esposa
    y conmigo amaste la joyería.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  8. EL PLACEBO DEL AGUA
    A la Dra. Dña. María Teresa Esteban Melendez

    Balsámico antídoto es de mis males,
    que a mis dolores enjuga y conjura
    cuando me envuelve y palabras murmura
    su bálsamo de ungüentos fluviales.

    Sobre mi cuerpo son aguas termales
    y aquel albergue ventral de la hondura
    de mi madre sobre su arquitectura,
    los nueve meses materno filiales.

    Es un placebo empírico su tacto
    en el río,en el mar o en la piscina,
    y mi dermis con ella tiene un pacto.

    Surcándola la nado y no escatimo
    su uso, y mi salud, anunciando ruina,
    remonta confortada por su mimo.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  9. APESTADOS POR LA PESTE

    Apestados por la peste,
    solos, vetados y aislados,
    los coruchos son dejados
    entre su paisaje agreste.
    Mas surgió un viento celeste
    que desde Almorox les vino,
    donde el obispo convino
    que les trajeran el pan,
    algo de carne y les dan
    pellejos llenos de vino.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  10. CRISTINA Y SUS COMPAÑERAS

    Cristina y sus compañeras,
    del Centro de La Rivota,
    ponen en fuga y derrota
    al mal entre las soperas.
    Inciden las enfermeras
    que el dique de contención,
    que aleja del corazón
    los males que nos agobian,
    es por que ellas nos ennovian
    con sana alimentación.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta corucho

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  11. AQUEJADO DE DOLORES

    Aquejado de dolores
    de supuesta enfermedad,
    se impuso la voluntad
    del enfermo en sus temores.

    De pócimas y brebajes
    le daban las medicinas,
    hierbecillas campesinas
    de los coruchos paisajes.

    El médico fue llamado
    a petición del enfermo,
    que se hacía un estafermo
    con la Parca desposado.

    Los hermanos en un círculo
    rodeaban a los dos,
    pensando:¡"Válganos Dios,
    cuánto nos costará el vínculo!".

    Le tomó el pulso el galeno,
    la lengua le examinó,
    y a los ojos le miró
    y su dictamen dio al pleno.

    "Precisa de medicinas
    y buena alimentación,
    y acabar su postración
    sopicaldos de gallinas".

    Se gastaron veinte duros
    en recetas de botica,
    y el mal aquel que no abdica
    y progresa tras sus muros.

    Van los hermanos que bufan
    viendo el diezmar de gallinas,
    maldicen viéndose en ruinas
    y del enfermo se atufan.

    "¡Galbana es lo que tú tienes!",
    continuo le echan en cara.
    "Y ese mal se te enmascara
    porque echado te mantienes".

    "Coge el azadón y el pico,
    coge el hacha y el podón,
    y luego a continuación
    aparejas el borrico".

    "Porque después de gastados
    veinte duros nada menos,
    trae leña y así al menos
    no estaremos tan pasmados".

    Pues enfermo que no sana
    ni gala hace de salud,
    ha de tener la virtud
    de morir sin salir rana.

    "No es el trabajo el que mata",
    dijeron en Cenicientos
    coruchos muertos a cientos,
    más nunca dieron la lata.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  12. EL TORO DEL CRISTO DE LA SALUD
    (Alegoría de la situación actual del pueblo corucho)

    Corucha era natural,
    de esta villa Margarita
    que en su escrito solicita
    justicia a carta cabal.

    "Don Manuel Fernández Bravo
    esposo de esta que firma,
    confirmado ha y confirma
    que sanó de cabo a rabo.

    Aquejado era mi esposo
    de onerosa enfermedad,
    y el Cristo hizo caridad
    y helo aquí lucio y lustroso.

    Y al Cristo de la Salud,
    del cual soy suma devota,
    y quien compuso su jota
    le expresé mi gratitud.

    Por entonces le ofrecí
    al Cristo correr un toro,
    y así hasta mis arras de oro
    al tabernero le di.

    Mal halla los taberneros
    y mal halla los justicias,
    mal hallas sus avaricias
    quedándose los dineros.

    Señor marqués de Villena,
    señor de estos señoríos,
    préndase a estos falsíos
    y a galeras en cadena.

    Nuestros dineros hurtaron,
    la piel y carne del toro,
    y como en tierras del moro
    casi en cueros nos dejaron.

    Pues estos dineros eran
    para los pobres del pueblo,
    y ahora andan sin amueblo
    y al asilo si se operan.

    De este tenor la misiva
    al de Villena escribió
    Margarita y acabó
    con el toro a la deriva.

    Con la fiesta redentora
    en Cenicientos al Cristo,
    que acabó con Jesucristo
    en rosario de la aurora.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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  13. SONETO AL CRISTO DE CENICIENTOS

    Ir lejanos, surcando el infinito.
    Ungidos con el agua de la fuente,
    desvaneciendo arrugas en la frente
    en rituales de pecador contrito.

    Ir cercanos sin ánimo proscrito
    de una tropa de réprobos silente
    convergiendo en la cita convergente,
    ubicada en tu celestial distrito.

    Danos, Señor, tus manos de esperanza,
    de los templados días de bonanza,
    compañeros asiduos de la suerte,

    de ver tu luz sobre coruchas sienes,
    que aseguran que ayudas y sostienes
    en el trance ominoso de la muerte.

    Saturnino Caraballo Díaz
    El Poeta Corucho

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