jueves, 13 de diciembre de 2012

"Vendetta" política en Cenicientos

Como ya hiciera en el mes de Abril de 2012, el periódico de tirada nacional "EL PAÍS" ha publicado un artículo en su sección de Madrid de hoy, 13 de Diciembre, con entrevistas a los empleados municipales despedidos.
 
Reproducimos el artículo a continuación:
 
"VENDETTA" POLÍTICA EN CENICIENTOS
Fuente: www.elpais.es
 
El alcalde despide a ocho empleados municipales y expedienta a otros dos que protestaron públicamente por no cobrar durante un año sus nóminas
 
 
Cenicientos es un pequeño pueblo de 2.000 habitantes situado a 80 kilómetros al oeste de Madrid. Para llegar ahí hay que tomar la carretera de Badajoz hasta Navalcarnero, y dirigirse después a Aldea del Fresno. Posteriormente hay que seguir hasta Cadalso de los Vidrios, último pueblo antes de llegar a Cenicientos. En coche, lleva una hora y media. “Muy lejos de todo”, se lamenta un vecino, que asegura que siempre han vivido de espaldas a la capital.
Pero José Ramón Lizana logró romper el silencio y la tranquilidad habituales del pueblo al denunciar en abril que su empresa, el Ayuntamiento de Cenicientos, le debía 11 nóminas. Un mes después fue despedido. Había sido durante la última década el conductor del camión de la basura municipal. Y el 8 de mayo fue la fecha en la que el equipo de Gobierno del alcalde, Enrique Jiménez Concejal (PP), le envió un burofax a su domicilio en el que le comunicaba su despido. ¿Los motivos? “El primer expediente me lo abrieron por discutir con una compañera sobre el expediente de regulación de empleo. Fue llorando al alcalde y no me creyeron a mí”, relata este hombre que tiene dos hijos de seis y de dos años. Las otras dos sanciones se debieron a que José Ramón fue entrevistado por Telecinco y por una cadena de televisión alemana. “Varios compañeros me acusaron de utilizar medios públicos en horario de trabajo. Y el alcalde, sin tener en cuenta mi versión, me echó. Así de simple y de triste”, relata este extrabajador municipal, que el 17 de enero irá a juicio tras denunciar que su despido fue improcedente. José Ramón atendió a los medios de comunicación, alertados porque Cenicientos llevaba un año sin abonar las nominas. Y de hecho posó para la foto de portada de la sección de Madrid de este periódico del 15 de abril. Y fue el primero en ser despedido.
José Ramón también fue uno de los pocos trabajadores de una plantilla de 38 que se atrevieron en diciembre de 2011 a protestar tras acumular 11 nóminas sin cobrar. “Ese día, un empleado municipal salió a la plaza, donde estábamos protestando, y nos dijo que iba a tomar nota”, recuerda Marifeli Puentes, hasta hace unos meses la secretaria del Juzgado de Paz de Cenicientos, dependiente del Consistorio. Unos días después de la primera protesta, todavía en diciembre de 2011, una docena de empleados de Cenicientos decidieron afiliarse a UGT, con la intención de que alguien les defendiera. “Y en enero nos incluyeron a los 12 en un ERE el 19 de enero de 2012, que no fue ni presentado”, sostiene Marifeli, que al igual que José Manuel, el conductor del camión municipal, ha sido objeto de un expediente disciplinario a modo de vendetta tras fracasar el intento de incluirla en el ERE: “Me llegó en septiembre un burofax del Ayuntamiento, en el que me comunicaban que me habían abierto un expediente por tres faltas graves. Y en este documento me especificaban de qué tres faltas me acusaban: la primera por no cumplir con mi trabajo por no cobrar y porque no hago mi trabajo, que es citar a los juicios de faltas”. El juez de Paz, que fue elegido por el anterior alcalde del PP, también le acusa de sacar documentación del juzgado. “Pero el tercero de los expedientes es peor todavía”, explica Marifeli, que lleva 27 años trabajando en el Juzgado de Paz: “Me acusan de mantener reuniones clandestinas con miembros de la oposición”. Y todo después de que la incluyeran en un ERE que no fue ni siquiera presentado. “El 28 de septiembre me comunican, también por burofax, que me habían despedido. Y durante 27 años no he tenido ningún problema...”.
Además de los dos exempleados municipales expedientados, el alcalde también ha despedido a otros seis laborales fijos “por motivos económicos”: son Ángel Luis Martínez, María Jesús Santiago, María Teresa Fermosel, Dolores Jiménez, María Ángeles Concejal, y Verónica Díaz. “Alegan motivos económicos y nos echan a los que menos cobramos”, lamenta María Teresa Fermosel, que destaca el caso de Ángel Luis Martínez: “Tiene una minusvalía del 45%, por lo que es de los que menos le cuesta al Ayuntamiento. Y los que se quedan trabajan horas extra”.
Otras de las personas que protestaron por no cobrar tampoco permanecen en el Consistorio, aunque por diferentes motivos. Rosa María Montero ha solicitado una excedencia; mientras que Lorena Miguel pactó su salida con el Consistorio. Y Érika Calleja tiene un baja por maternidad. Solo dos personas de las que protestaron siguen trabajando: Tamara Fermosel y Mariam García. Pero ya han sido objeto de una falta grave por faltar a su trabajo.
El alcalde de Cenicientos no ha contestado a este periódico. No ha querido aclarar si los despidos se deben a una venganza o vendetta contra UGT, o simplemente contra quien osó divulgar que llevaban casi un año sin cobrar su sueldo. “La situación económica es muy mala. Y los gastos de personal se llevan el 70% del presupuesto. Es un millón de euros al año y la recaudación es de 600.000 euros. Y ningún concejal ni el propio alcalde cobra”, explica un portavoz en nombre del regidor, que se excusa porque ha tenido malas experiencias con la prensa. “El gobierno municipal se ha visto obligado a despedir a personal por causas objetivas. Y hay que racionalizar el gasto. No hay dinero”, se justifica el regidor.
 

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