Cenicientos en "El País" por los escándalos de presunta corrupción
A continuación se reproduce un artículo publicado el pasado 20 de Junio en el Periódico de tirada nacional "El País", referente a los escándalos de presunta corrupción con la famosa "Querella entre alcaldes"
El exalcalde de Cenicientos, acusado de cuatro delitos por su equipo
Sus anteriores compañeros, del PP, sostienen que se apropió de dinero público
Fuente: Periódico "El País"
Enlace: http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/06/19/madrid/1371670116_146378.html#bloque_comentarios
Autor: Esther Sánchez
El que fue alcalde de Cenicientos (2.000 habitantes) durante casi 20
años, el popular Jesús Manuel Ampuero, del PP, se enfrenta a una
querella interpuesta en julio de 2012 por el Ayuntamiento de la
localidad, también en manos del PP, por presunta falsedad en documento
mercantil, malversación, prevaricación y cohecho. El procedimiento se
encuentra en el Juzgado de Navalcarnero en fase de diligencias previas.
Los sucesores de Ampuero, que dimitió en julio de 2010 por problemas
de salud (la mayor parte pertenecían a su equipo de gobierno) sostienen
que se apropió de tasas de la casa rural y de importes que pagaban los
feriantes que visitaban el municipio. Además, siempre según la querella,
se efectuaba a sí mismo pagos sin que aparentemente le fueran debidos
por el Ayuntamiento y han detectado falsificación de la firma del
Tesorero en pagarés a empresas que el alcalde extendía sin la firma ni
el conocimiento del interventor municipal, y que se desviaban
subvenciones para fines ajenos a los que se concedieron, entre otras
cuestiones. El PSOE, en la oposición, se ha personado como acusación
particular. Luis Ramos Linaza, portavoz socialista, explica que los
vecinos tienen derecho a saber qué ha pasado con su dinero.
Ampuero, retirado desde hace tres años de la vida política y con
incapacidad total por sus problemas de salud, niega las acusaciones y
habla de venganza del que fue su equipo en Cenicientos. “Ellos eran mi
equipo, si no estaban de acuero ¿por qué no acudieron entonces al
juez?”, pregunta. Añade que se le puede acusar de haber cometido errores
en la gestión, “pero nunca de haberme llevado dinero", añade. Según la
querella, detrás de la renuncia de Ampuero se encuentra la falta de
liquidez del Ayuntamiento “causada por los continuos desmanes que fue
cometiendo”. “Hacía y deshacía a su antojo en todo lo relacionado con el
pueblo y sobre todo con los proveedores municipales que él contrataba,
por lo general, directamente”, explican.
Cenicientos, con un presupuesto de dos millones de euros, acumula una
deuda de seis millones, cantidad a la que hay que sumar otros dos
millones, que provienen de impagos a proveedores que no han cobrado los
pagarés que se extendieron en época de Ampuero.
La querella argumenta que el exalcalde no entregó o ingresó al
Ayuntamiento la cantidad de 140.749 euros entre el 22 de julio de 2000 y
el 31 de julio de 2010, que provenían de la Casa Rural municipal,
construida con una subvención de la Comunidad de Madrid. El negocio
consistía en alquilar los cinco apartamentos de los que dispone el
inmueble, con capacidad para 20 personas. Los clientes efectuaban un
ingreso a modo de señal de entre el 20 y el 30% del total en una cuenta
bancaria del Ayuntamiento. El resto se abonaba en mano a la persona que
gestionaba la Casa Rural. Luego esta persona entregaba en mano el
importe cobrado a Ampuero, que lo debería haber ingresado en dicha
cuenta. Así fue durante los primeros años, pero ya en 2010, solo llegaba
al banco el 5,58% de lo que se recaudaba. En la querella se pone un
ejemplo: entre el 1 de enero y el 31 de julio de 2010, del importe total
del arrendamiento de la Casa, que ascendió a 8.965 euros, solo entraron
en las arcas municipales 500 euros.
Ampuero reconoce estos hechos, pero aclara que era dinero que estaba
en caja y que se utilizaba para “los gastos que surgían en el
Ayuntamiento. Yo no me quedé con nada”. Lo que rechaza es que hiciera lo
mismo con las tasas que pagaban los feriantes.
También procedió el exalcalde, dice la querella, a emitir pagarés
para abonar facturas y servicios, sin dar cuenta ni al Pleno, ni a la
Junta de Gobierno. Cuando llegaba el vencimiento no se podían pagar,
debido al estado de las arcas municipales, lo que dio lugar a que se
emitieran nuevos pagarés, en ocasiones sin que se recogieran los
antiguos, o a que se endosaran a empresas con las que el Ayuntamiento no
había contratado. Esto ha provocado que los acreedores hayan
interpuesto procedimientos ejecutivo-cambiarios y de otra índole contra
el Consistorio.
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